Nos adentramos hacia el interior de la provincia de Barcelona para conocer la realidad cunícola de la región. En los pueblos circundantes al municipio de Calaf existe una gran concentración de granjas de conejos, de modo que comenzamos visitando una explotación en Calonge de Segarra.
La granja está formada por una nave antigua y otra tipo túnel muy grande y larga. Allí nos reciben los granjeros de la explotación llamada “Granja Rosers” y los perros que vigilan la misma. Entramos a las naves y observamos algunos animales con trozos de piel arrancados, otros heridos y un conejo de engorde sin piel alrededor del hocico.
A., la granjera, recorre los pasillos enseñándonos los conejos y explicándonos cómo es el día a día dentro de la explotación. Nos detenemos en una jaula en la que hay un conejo con una gran herida abierta en el cuello. Coge al conejo por el lomo y lo levanta para que podamos ver bien la herida y tras decir “ves… qué asco, éste está para matarlo”, agarra al animal y lo estampa contra la pata de una jaula hasta acabar con su vida. Posteriormente lo tira encima de una jaula, mientras el animal todavía patalea. La sangre, que le sale por la nariz, cae sobre los conejos que están dentro de la jaula.
No me da tiempo a reaccionar ante la escena que acabo de presenciar. En ese momento sólo pienso en grabar lo que está ocurriendo, pero cuando salgo de la granja y analizo lo que ha pasado me derrumbo, me cuesta entender la frialdad y violencia con la que han ocurrido los hechos.
Después de matar a golpes a este conejo, continúa revisando los nidos y realiza la misma operación con una cría que no ha mamado, dando un golpe seco contra un hierro, y tirándolo a la fosa de excrementos. El conejo continúa moviéndose durante al menos medio minuto.
Nos comenta que a veces mata conejos para consumo propio, y la forma de hacerlo es degollando al animal. Cree que es mejor así porque, en sus palabras “se le pega el porrazo en la cabeza y entonces se le queda toda la sangre (en la cabeza), y la cabeza a mí me encanta comérmela”.